1. El Evangelismo De Las Masas
"Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía... Así que, había gran gozo en aquella ciudad" (Hch 8:5, 6, 8).
"Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía... Así que, había gran gozo en aquella ciudad" (Hch 8:5, 6, 8).
La cruzada de toda la ciudad que condujo Felipe, es un ejemplo del evangelismo de las masas.
En Hechos 8:26-38 vemos a este mismo evangelista: Felipe, realizando evangelismo personal:
"Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro?
Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús" (Hch 8:35, 36).
"...nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas [evangelismo personal], testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo" (Hch 20:20, 21).
Un siglo después del Día de Pentecostés, la discusión teológica tomó el lugar del ganar almas en la Iglesia. Como resultado de esto, vino la "tibieza" y la apostasía espiritual. Para el 4to siglo, ya había comenzado el Oscurantismo.
Un siglo después del Día de Pentecostés, la discusión teológica tomó el lugar del ganar almas en la Iglesia. Como resultado de esto, vino la "tibieza" y la apostasía espiritual. Para el 4to siglo, ya había comenzado el Oscurantismo.
No fue hasta el siglo 18 que el evangelismo de las masas comenzó a reaparecer bajo Juan Wesley (fundador de la Iglesia Metodista). El evangelismo personal, como fue practicado por la primera Iglesia en el Libro de los Hechos, sólo ha comenzado a ser redescubierto en este último siglo.
2. Evangelismo Personal (sobre el ganar almas)
Durante generaciones, los cristianos evangelizaron la Iglesia, los salones de escuela dominical y los asientos, pero no el mundo de los incrédulos. Los pecadores eran inscritos para la clase y el club, e invitados a los edificios eclesiásticos donde, se esperaba, recibirían a Cristo como su Salvador y Señor.
Durante generaciones, los cristianos evangelizaron la Iglesia, los salones de escuela dominical y los asientos, pero no el mundo de los incrédulos. Los pecadores eran inscritos para la clase y el club, e invitados a los edificios eclesiásticos donde, se esperaba, recibirían a Cristo como su Salvador y Señor.
Esto era efectivo para los que iban a una iglesia. Pero el 90% o más de las personas nunca concurrían a una iglesia, y como resultado, nunca podían ser ganados en ella.
Nuestra mayor oportunidad para ganar almas es fuera de las cuatro paredes de la iglesia. Los cristianos deben ganar almas en el lugar donde trabajan, en los parques, en las calles y en los hogares. Es vital que vayamos al mundo: donde están los perdidos.
La Iglesia nació del fuego o llama del evangelismo personal. Almas fueron ganadas en los hogares a través del ministerio de testimonios cara a cara.
"...En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.
Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio" (Hch 8:1, 4).
Note que los "laicos" predicaban por todas partes la Palabra y guiaban las almas a Cristo. Los "apóstoles" permanecieron en Jerusalén. Esa fue la manera en que Dios quiso que fuera.
Los líderes fueron puestos en la Iglesia para "...equipar a los miembros para la obra del ministerio" (Ef 4:12).
Cada miembro debe ser instruido por los líderes de la Iglesia sobre cómo traer las almas a Cristo.
Un evangelismo saturado de una brisa fresca, al estilo del Nuevo Testamento, está soplando a través de todo el mundo.
El lema de la vida del cristiano es muy simple: ¡Un Camino! ¡Un Trabajo! ¡El Único Camino es Jesús! ¡El Único Trabajo es el de ganar las almas!
No hay gozo como el de llevar las buenas nuevas a los perdidos en todas las partes del mundo:¡ganar almas por todos los lugares donde estén los perdidos!
"Porque el Hijo del Hombre vino para buscar y salvar lo que se había perdido" (Lc 19:10). "Y el que gana almas es sabio" (Pr 11:30).
"Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad" (Dn 12:3).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario