viernes, 12 de febrero de 2016

Métodos De Evangelismo

1. El Evangelismo De Las Masas
"Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía... Así que, había gran gozo en aquella ciudad" (Hch 8:5, 6, 8).
La cruzada de toda la ciudad que condujo Felipe, es un ejemplo del evangelismo de las masas.
En Hechos 8:26-38 vemos a este mismo evangelista: Felipe, realizando evangelismo personal:
"Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro?
Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús" (Hch 8:35, 36).
"...nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas [evangelismo personal], testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo" (Hch 20:20, 21).
Un siglo después del Día de Pentecostés, la discusión teológica tomó el lugar del ganar almas en la Iglesia. Como resultado de esto, vino la "tibieza" y la apostasía espiritual. Para el 4to siglo, ya había comenzado el Oscurantismo.
No fue hasta el siglo 18 que el evangelismo de las masas comenzó a reaparecer bajo Juan Wesley (fundador de la Iglesia Metodista). El evangelismo personal, como fue practicado por la primera Iglesia en el Libro de los Hechos, sólo ha comenzado a ser redescubierto en este último siglo.
2. Evangelismo Personal (sobre el ganar almas)
Durante generaciones, los cristianos evangelizaron la Iglesia, los salones de escuela dominical y los asientos, pero no el mundo de los incrédulos. Los pecadores eran inscritos para la clase y el club, e invitados a los edificios eclesiásticos donde, se esperaba, recibirían a Cristo como su Salvador y Señor.

Esto era efectivo para los que iban a una iglesia. Pero el 90% o más de las personas nunca concurrían a una iglesia, y como resultado, nunca podían ser ganados en ella.
Nuestra mayor oportunidad para ganar almas es fuera de las cuatro paredes de la iglesia. Los cristianos deben ganar almas en el lugar donde trabajan, en los parques, en las calles y en los hogares. Es vital que vayamos al mundo: donde están los perdidos.
La Iglesia nació del fuego o llama del evangelismo personal. Almas fueron ganadas en los hogares a través del ministerio de testimonios cara a cara.
"...En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.
Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio" (Hch 8:1, 4).
Note que los "laicos" predicaban por todas partes la Palabra y guiaban las almas a Cristo. Los "apóstoles" permanecieron en Jerusalén. Esa fue la manera en que Dios quiso que fuera.
Los líderes fueron puestos en la Iglesia para "...equipar a los miembros para la obra del ministerio" (Ef 4:12).
Cada miembro debe ser instruido por los líderes de la Iglesia sobre cómo traer las almas a Cristo.
Un evangelismo saturado de una brisa fresca, al estilo del Nuevo Testamento, está soplando a través de todo el mundo.
El lema de la vida del cristiano es muy simple: ¡Un Camino! ¡Un Trabajo! ¡El Único Camino es Jesús! ¡El Único Trabajo es el de ganar las almas!
No hay gozo como el de llevar las buenas nuevas a los perdidos en todas las partes del mundo:¡ganar almas por todos los lugares donde estén los perdidos!
"Porque el Hijo del Hombre vino para buscar y salvar lo que se había perdido" (Lc 19:10). "Y el que gana almas es sabio" (Pr 11:30).
"Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad" (Dn 12:3).
El venir a ser un compañero de Jesús en Su gran obra de redención de las almas perdidas, es lo más maravilloso que se pueda realizar en el mundo.

Un Gran Privilegio.

Cristo no nos dejó un privilegio mayor que el de anunciar el evangelio a cada criatura.
Esto es lo que los cristianos primitivos hicieron día y noche. Ellos sanaron a los enfermos, echaron fuera demonios, predicaron el evangelio de casa en casa, en los mercados, en las fuentes de las aldeas, en las encrucijadas, en las calles, en los cultos, en las cárceles y por todas partes que iban.
Ellos no poseían catedrales o edificios de iglesias elaboradas,
para inhibir su incontrolable gozo de ministrar y compartir las nuevas con los que estaban ansiosos de recibir a Cristo. Ellos iban afuera, hacia donde estaban los pecadores para anunciar el evangelio.
Debemos respirar y vivir con un propósito: para compartir el evangelio con todas las personas que nos sea posible y utilizando todos los medios.
Usted no tiene que ser un “ministro ordenado” para predicar el evangelio. Este es el privilegio de todo creyente. Los cristianos no necesitan un llamamiento especial, para aceptar el honor que se les ha otorgado de ser embajadores de Cristo.
Todo Creyente Ha Sido Comisionado¡¡¡ Siendo que cada cristiano ha sido comisionado y llamado, no se necesita un “llamado especial” para ser un ganador de almas. Las instrucciones de Jesús son claras:
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres... Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (Mt 5:16; Lc 14:23). Jesús dijo: “...predicad el evangelio a toda criatura”.

Si una nación es 95% cristiana, mientras otra es 95% no cristiana, nuestra alternativa debe ser alcanzar la nación no cristiana.
Si un campo pequeño de granos maduros tuviera cien segadores trabajando en él, mientras uno más grande sólo tiene un obrero, ¿qué campo escogería usted para laborar y salvar los granos? Deberá escoger el campo donde la necesidad es mayor y donde los obreros son menos, para suministrar la necesidad.
Si diez personas estuvieran levantando un tronco, nueve en el extremo menos pesado, y uno en el extremo más pesado, no sería difícil escoger en qué extremo colocar ayuda adicional.
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Mr 16:15). Cada creyente es comisionado y llamado. “Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo... según el propósito suyo y la gracia...” (2 Ti 1:9)
ATT. RAKE 

jueves, 7 de enero de 2016

¡Cada Cristiano Es Un Testigo! Te necesitamos

Nuestro Lema: ¡Cada Cristiano Es Un Testigo! 


Nuestra Misión: ¡Hacia Afuera, A Donde Está La Gente!
Esta es la segunda razón por la cual somos ganadores de almas: ¡La Cosecha es realmente grande!
3. Por qué Los Obreros Son Pocos
"Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí" (Is 6:8).

a. Billones Necesitan Escuchar. El número de las personas que viven en el mundo, aumenta a una proporción de más de 70 millones por año. Menos de tres millones (un 4%) de ellas, han sido alcanzadas con el evangelio.
Aproximadamente un 40% de los habitantes del mundo (2 billones de personas), no han sido alcanzados con el evangelio. Estas almas están fuera del alcance de una iglesia auto-reproductora que pueda compartir el evangelio con ellas.
b. Ellas Estarán Perdidas Sin Cristo. Esas almas sin evangelizar jamás escucharán el evangelio a menos que usted entre en acción para salir a satisfacer esa “hambre... de oír la palabra de Dios” (Am 8:11). La movilización y entrenamiento de los ganadores de almas para que salgan fuera donde están los pecadores, es la única solución a este dilema.
Miles de pueblos y aldeas en China, India etc., todavía están esperando que alguien vaya a contarles acerca del Salvador Jesucristo. Tales personas viven y mueren sin conocer a Jesús, no porque hayan rechazado el mensaje, sino porque los pasados 2 mil años ningún cristiano ha ido a compartir el evangelio de amor con ellos.
Menos de uno de cada quinientos líderes de la Iglesia, dedican sus vidas para alcanzar a los que todavía no han sido alcanzados. Necesitamos una nueva dedicación a los principios abrazados por el Apóstol Pablo: "Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno" (Ro 15:20).
Pablo siempre estuvo disponible para “anunciar el evangelio en los lugares más allá...” (2 Co 10:16): en las regiones donde nadie hubiera escuchado aún acerca de Cristo. Pedro también entendió que: "El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2 P 3:9). NO ES LA VOLUNTAD DE DIOS que los hombres perezcan. Ellos perecen porque nosotros no les hemos llevado el evangelio.
No es de asombrarse el porqué Pablo era tan apasionado respecto a este asunto. “Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo” (1 Co 15:34).
Hay tres puntos importantes:
1) La Iglesia Duerme. Las almas están perdidas porque la Iglesia está durmiendo. El llamado es: “Velad debidamente...” “...el que duerme en el tiempo de la siega es un hijo que avergüenza” (Pr 10:5).
2) Es Un Pecado. Es un PECADO que la gente no conozca acerca de Dios. Somos amonestados: “...no pequéis; porque algunos no tienen conocimiento de Dios...”.
Este es un pecado de omisión. “Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” (Stg 4:17).
3) Es Una Vergüenza. Este hecho es una causa para la vergüenza (pérdida del pudor). “...Hablo esto para vergüenza vuestra...” “El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza” (Pr 10:5).
El lamento doloroso de los perdidos, se levanta hasta el Cielo: “Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos” (Jer 8:20). Esta condición peligrosa existe porque los obreros son muy pocos. “Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies” (Mt 9:38). Somos ganadores de almas porque los obreros son muy pocos.
4. Debido A La Gran Comisión
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“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Mr 16:15). Cada creyente es comisionado y llamado. “Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo... según el propósito suyo y la gracia...” (2 Ti 1:9).